26 febrero 2010

Sin título

yo soy la guerra, dice
camina por los pasillos y se siente
sumergida en una sustancia colorida que sustituye al amante al nombre a la familia
él le mira las piernas de reojo
él la peina hace diez años
ella mete sus dedos en la nuca de él, en su esqueleto, en sus vísceras
agonizan la próxemica artificial que los junta
piensan, por separado, la posibilidad de reproducirse en clones que habiten un relato
de ciencia ficción, para que no se les seque la carne, el dolor vivido en la infancia, la
posterior adolescencia de agujas: energía abandonada como un desierto a la luna
de pronto llega la lucha fronteriza, el poder, el engaño, la opresión de los siglos, el discurso repetido: huellas anémicas, refrigeradas explosiones de hongos, accidentes
automovilísticos
ella vuelve a sentirse bovarista y al marcar el paso, subir las escaleras de la lluvia, del
edificio gris y sus insectos rastreros
exorciza, repite:
yo soy la guerra
y en mí ocurren todos los heridos.

De: Lauri García Dueñas
http://laurigarcialuciernaga.blogspot.com/

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