Voltear y no recordar el cáncer, herencia familiar; la madre sin tumba; el padre Auschwitz; la limpieza de la casa que guardó ratones; los libros; las lamidas de espejos; los bailoteos pubertos intoxicados de pastillas y Mahler; el semen en la cama blanca; brillantes pendencieros tomando alcohol torpemente en la sala fingiendo saber de Whitman y de Dios, de la vida, del sexo y las cogidas recién descubiertas. Voltear y no recordar esa casa, ni la anterior, ni la siguiente.
Olvidar los perros que alejabas con piedras.
Voltear y olvidar el tiempo perdido de las agujas en pena de brazo en brazo, llorando blanco, comiendo sangre discreta y llorona, culpable de estar perdida. Sangre que no supo ya de nada, que no se ocupó en el corazón, en una erección cerebral, en el ánima, en la guerra. Sangre perdida como menstruación, como vientre cutre, como piernas que nada más sirvieron para andar.
Voltear y no recordar que se llora por nada, por lo inútil de los sueños viejos, por los incestos de la vida, por la boca seca y dolorosa, por el paladar y la lengua cansados de mamar muerte.
Voltear y tener fe a pesar no haber vivido bien ni mucho para gritar antes, de no haber podido quitar de un saque lo que se guarda en donde no llega ni el perdón, ni el olvido, ni el napalm.
Voltear y encontrar un cuerpo tibio y limpio en la misma cama, contemplarlo dormido, desear que no lo toque el tiempo, ni el aire; que no lo toque Dios.
Olvidar los perros que alejabas con piedras.
Voltear y olvidar el tiempo perdido de las agujas en pena de brazo en brazo, llorando blanco, comiendo sangre discreta y llorona, culpable de estar perdida. Sangre que no supo ya de nada, que no se ocupó en el corazón, en una erección cerebral, en el ánima, en la guerra. Sangre perdida como menstruación, como vientre cutre, como piernas que nada más sirvieron para andar.
Voltear y no recordar que se llora por nada, por lo inútil de los sueños viejos, por los incestos de la vida, por la boca seca y dolorosa, por el paladar y la lengua cansados de mamar muerte.
Voltear y tener fe a pesar no haber vivido bien ni mucho para gritar antes, de no haber podido quitar de un saque lo que se guarda en donde no llega ni el perdón, ni el olvido, ni el napalm.
Voltear y encontrar un cuerpo tibio y limpio en la misma cama, contemplarlo dormido, desear que no lo toque el tiempo, ni el aire; que no lo toque Dios.
De: Alicia Heredia
Mancha Designada
8 comentarios:
mira nomás, aquí ando...
Un texto interesante, me gusta como juega con lo de Auswitch...
atte. Mancha 3201
BUENA
MANCHA
me gustan mucho su poesía. Me gusto también mucho el texto de VECTOR DE FLUJO.
comodín de fresa
estás en mis contactos... mañana te leo. lo siento.. hoy estoy ebrio -.-
BIEN YA ESTAMOS ENLAZADOS
HERMANOS INDOAMERICANOS
DESDE KI TWA
LAS TIERRAS DEL CENTRO
Hola, entiendo el concepto pero no era necesario poner tantasn veces mancha, notable concepción de blog literario, tuve q borrar el comment ya que la mitad de las manchas q pusieron bastaba, un saludo desde ac, m.
Esta chido el texto, muy chido
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